En el marco de la cuarta fecha del Campeonato de Primera División, Curicó Unido luchó, trabajó, y tuvo al actual tricampeón del fútbol chileno en su propio campo, pero no pudo obtener un premio al buen partido realizado ante Universidad Católica. Al final, los cruzados ganaron por 2 a 1 pese a no merecerlo y al haber demostrado un juego opaco.
Durante los 90 minutos, fue la escuadra de Martín Palermo la que propuso y tuvo el manejo del balón. De hecho, a los 3′ una supuesta posición adelantada de Bayron Oyarzo pudo haberle dado una temprana apertura de la cuenta al Albirrojo, sin embargo José Cabero y su cuerpo arbitral -con VAR incluído- desestimaron la acción injustamente.
Con el paso de los minutos, el Albirró seguía dominando, pero el local marcaba los goles. A los 12′ Diego Buonanotte y a los 45′ + 2′ Fernando Zampedri ponían el 2 a 0 a favor del vigente campeón.
En la segunda etapa, eso sí, cambió la presencia de Católica en la red rival. Curicó Unido seguía proponiendo y alcanzó un merecido descuento a los 53′, obra del recién ingresado Leandro Benegas. Tras aquello, los dueños de casa continuaban arropados y defendiendo, mientras que todos, incluso la defensa del Curi estaba al otro lado de la mitad de la cancha.
Aún así, ni esto ni los cambios fueron suficientes y quedó demostrado una vez más que el fútbol no sabe de justicias. Perdió Curicó, pero dejó una buena imagen de cara a lo que se viene tras haber recuperado a sus bajas en duelos anteriores y haber tenido «a los tumbos» a los de Las Condes. Ahora se viene Everton en La Granja.