
Los Diablos Rojos tuvieron un gran 2020. Coronaron su campaña en Primera B siendo campeones, con 50 puntos en 28 partidos, a 4 unidades de Unión San Felipe. Con esto, el elenco de Jaime García ascendió a Primera División.
En el presente torneo de 2021, Ñublense ha sido una de las sorpresas. Su cuerpo técnico mantuvo una pequeña base de los mejores jugadores que campeonaron en la B y agregaron variados futbolistas claves, en puestos específicos.
¿QUÉ TANTO CAMBIÓ EL EQUIPO DEL 2020?
Respecto al plantel del torneo pasado, en Primera B, afrontaron diecisiete bajas: en portería ya no cuentan con Rodrigo Odriózola (Racing de Montevideo, Uruguay) y Miguel Jiménez (Magallanes). En la zona defensiva, partieron Jorge Ampuero (Rodelindo Román), Guillermo Avello (Deportes Puerto Montt) y Nozomi Kimura (retornó de su préstamo a Santiago Morning). En zona de volantes, fueron bajas Iván Rozas (O’Higgins), Nicolás Astete (Deportes Colina), Jorge Orellana (Deportes Puerto Montt), Juan Araya (Deportes Limache) y Kevin Valenzuela. Por último, en delantera partieron Óscar Ortega (retornó de su préstamo a Santiago Morning), Sebastián Pérez Catalán (Magallanes), Mario Briceño (Lautaro de Buin), David Escalante (Cobreloa), Sebastián Romero (Unión San Felipe), Aníbal Carvallo y Wladimir Acuña (préstamo a Deportes Recoleta).
Por contraparte, para este 2021 sumaron a quince elementos de otros clubes: en la portería llegó el uruguayo Nicola Pérez (Progreso, Uruguay) y Hernán Muñoz (Deportes Copiapó). Para reforzar la defensa, integraron a Bernardo Cerezo (Santiago Wanderers), el argentino Fabricio Fontanini (Newell’s Old Boys, Argentina) y Enzo Guerrero (Palestino). En la zona de volantes, sumaron a Fernando Cordero (Unión La Calera), Manuel Robinson Rivera (Barnechea), Branco Provoste (Colo-Colo), Rafael Caroca (Deportes Iquique) y Esteban Carvajal (Palestino). Finalmente, para la delantera ficharon a Roberto Gutiérrez (O’Higgins), el paraguayo Tomás Rojas (Sol de América, Paraguay), el argentino Maximiliano Quinteros (Universidad de Concepción), Matías Moya (Reserva de River Plate, Argentina) y Nicolás Guerra (Universidad de Chile).
ESTILO DE JUEGO Y ONCE HABITUAL
Jaime García se caracteriza por ser un DT motivador. Su principal característica es saber llegar a sus dirigidos desde el ámbito mental, formar un grupo fuerte en lo anímico y a partir de ahí, sacar lo mejor de ellos.
Su estilo de juego es ofensivo, con mucho despliegue físico. Llega con mucha gente al ataque, donde los laterales y volantes se suman constantemente a las acciones ofensivas. Siempre ataca con tres delanteros, los cuales no tienen una posición fija, sino que van rotando entre sí. Su preferencia son los jugadores que pueden adaptarse a todo el frente de ataque.
Un punto débil de su equipo, sin duda, es la fortaleza defensiva. Al priorizar los movimientos ofensivos, muchas veces descuidan la zaga y defienden con poca gente. Sin embargo, lo compensan con despliegue físico, luchando balones con intensidad durante la mayor parte del encuentro.
En portería, el titular es el uruguayo Nicola Pérez, quien viene desde el Club Atlético Progreso, del país charrúa.
La línea de 4 defensas es casi de memoria. En el lateral derecho es Bernardo Cerezo, quien tiene mucha proyección ofensiva, pero flaquezas al momento de defender. El lateral izquierdo es Jovany Campusano, quien mide más sus subidas. Mientras que la dupla de centrales titular, está conformada por Enzo Guerrero y el capitán, Nicolás Vargas. Ambos destacan por su juego aéreo.
En el mediocampo plantean una línea de 3 volantes mixtos. Esteban Carvajal es el émbolo, que mantiene el equilibrio como mediocentro. Y como interiores van el argentino Federico Mateos y el joven Branco Provoste. Los interiores poseen gran vocación ofensiva. También alternan Luis “Larry” Valenzuela y Fernando Cordero.
Finalmente, en la delantera, el inamovible es Mathías Pinto. El joven ariete es fácilmente el hombre más peligroso de los Rojos. Tiene gran facilidad para moverse por todo el frente de ataque, encara y tiene buen remate. Acompañándolo, aparecen Maximiliano Quinteros y Nicolás Guerra. El primero tiene características más de centrodelantero, mientras que el segundo ha elevado su nivel respecto a lo mostrado en su anterior club.
UN HISTORIAL POSITIVO
Curicanos y chillanejos registran solo dos encuentros por Primera División, ambos en la temporada 2009: empate 1-1 en Chillán y triunfo albirrojo por 3-0 en La Granja.
Una nueva edición de un clásico que nació en 2004 –en Tercera División– y que se reeditará 17 años después en la división de honor del fútbol nacional.
¡Vamos, Albirró!