
El Club de Deportes Provincial Curicó Unido está de aniversario. 48 años cumple nuestro “viejo amigo”, y en Curicó Albirrojo queremos hacer un recorrido por los principales hitos de la historia del club.
Desde sus inicios, pasando por los años en Tercera y hasta la actualidad; el Albirró ha estado siempre presente en la esencia del curicano. La identidad, el sentido de pertenencia y la pasión, son las características de un club que es de su gente y se resiste a perder sus raíces.
¡Acompáñanos en este recorrido por la historia del Curi!
FUNDACIÓN
El 26 de febrero de 1973 fue fundado Curicó Unido, con Edmundo Rojas como primer presidente del club. Cronológicamente, el Curi fue el cuarto equipo de fútbol de la ciudad en jugar a nivel profesional; después de Alianza de Curicó, Luis Cruz Martínez y Bádminton de Curicó. En el año de su fundación, el club participó en el Campeonato Amateur Regional de la Zona Central y, paralelamente, en el Campeonato de Apertura de Segunda División -llamado Copa Isidro Corbinos- en calidad de invitado.

EL PRIMER DESCENSO
Durante la década del ’70, Curicó Unido fue participante regular de la división de plata del fútbol nacional. Pero en el campeonato de Segunda División de 1980, el Curi viviría su primer descenso de categoría como institución. De 42 partidos totales, ganó 9, empató 13 y perdió 20. Una mala campaña que condenó a la institución a la Tercera División.

UNA “BUENA PLAZA”
Durante tres temporadas Curicó Unido militó en el -recientemente creado- campeonato de Tercera División de la ANFA, donde se convirtió en uno de los clubes fundadores de la categoría. Al finalizar el torneo de Apertura de 1983, Quintero Unido, Deportes Victoria, General Velásquez, Unión Santa Cruz y Curicó Unido fueron promovidos a la Segunda División 1983 para el segundo semestre; después de ser instituciones calificadas con estadios adecuados y asistencias suficientes para la competencia. Así, por ser considerada una “buena plaza” en el fútbol nacional, el Curi volvería al profesionalismo.

GOLEADOR HISTÓRICO
El segundo semestre de 1983 sería el comienzo del romance entre Curicó Unido y su goleador histórico, Luis Martínez. La leyenda albirroja llegó proveniente del Campeonato Nacional Amateur de ese año, donde jugaba para la selección de la localidad de Pichilemu. Su metro setenta de estatura se agigantaba dentro de la cancha, donde demostraba ser un ariete incisivo, oportunista y con un olfato de gol único. Rápidamente, “Lucho” fue ganándose el corazón de los hinchas a punta de gritos de gol. 69 conquistas en el fútbol profesional marcó -con el manto sagrado- en diversos periodos, donde hasta hoy, figura en lo más alto de la tabla de artilleros del Albirró.

UN ASCENSO ARREBATADO POR SECRETARÍA
La Copa Polla Gol de la Segunda División de Chile de 1984 contemplaba en sus bases el ascenso de categoría de ambos finalistas a Primera División. Con este aliciente el Curi realizó una campaña notable, donde dejó en el camino a clubes como Unión La Calera y General Velásquez, llegando a la final. El ascenso era una realidad… ¿O no?
Extrañas decisiones dirigenciales de la Asociación Central de Fútbol convergieron en un sorpresivo reemplazo de su presidente, Rolando Molina por Antonio Martínez; quien echó pie atrás a las bases estipuladas y negó el ascenso de categoría a Curicó Unido e Iberia de Los Ángeles, ambos finalistas de ese año. Por secretaría, el Albirró seguiría en Segunda.

15 AÑOS EN TERCERA SE ESCUCHÓ… DALE ALBIRRÓ
En la temporada de 1990, Curicó Unido viviría su segundo descenso en la historia y caía nuevamente a la Tercera División de ANFA. 15 largos años en el amateurismo aguardarían por el Albirró, donde por momentos incluso estuvo al borde de la desaparición. Dirigentes históricos, como Mario Muñoz y Edith Véliz, estuvieron en el peor momento del Curi, evitando que el club pusiera punto final a su historia.

la desaparición del club.
HINCHADA MARGINALES
El 12 de octubre de 1997 nacía oficialmente la barra “Los Marginales”. Sus orígenes se remontan a un grupo de hinchas que viajaban desde Curicó a alentar a la Selección Chilena rumbo al Mundial de Francia ’98. Allí, entre esos viajes, se ideó el propósito de juntar dinero para comprar el primer bombo de la barra, con el cual irían a apoyar al club de su ciudad. En aquel entonces, el Albirró pasaba por un magro momento deportivo e institucional, pero la pasión de este grupo de hinchas iba más allá del resultado. Cuando no más de 50 personas frecuentaban los viejos tablones del Estadio La Granja, “Marginales” se hacía presente. Jugara donde jugara, la barra del Curi marcó su sello de incondicionalidad. “Marginales” nació en la derrota, estuvo presente cuando nadie más lo estuvo, y fueron clave para el resurgir del club. A la fecha, son reconocidos como una de las barras más importantes y apasionadas del balompié nacional.
